Micro-artículo
Poder ver 45 Rolls-Royce construidos a lo largo de los 80 primeros años de historia en una mañana es toda una experiencia. Si además le añadimos otros 30 coches de otras compañías como Hispano Suiza, Lamborghini, Ferrari, Jaguar o MG, la mañana es perfecta. Todo ello en un entorno rural tan verde como el del Reino Unido, pero a 30 minutos de Bilbao.
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La mayoría de los seres humanos del planeta nacemos, crecemos y morimos sin haber subido en un Rolls-Royce, desde luego sin haber conducido ninguno, incluso sin haberlos visto en la carretera o por las calles. Aunque no es cierto del todo: los que volamos nos hemos subido muchas veces a aviones comerciales, Airbus y Boeing, propulsados con motores de Rolls-Royce, que son muy buenos.
Ser propietario de un Rolls-Royce es un privilegio al alcance de muy pocos.
Son tan raros que sus modelos, desde hace 100 años, tienen nombres etéreos o de fantasmas: Ghost, Phantom, Wraith (espectro), Spirit o Dawn, amanecer, y Cloud, nube.
Y también es extraño que el Paraíso de los Rolls-Royce no esté en el Reino Unido, sino en una pequeña localidad a 30 kms de Bilbao. Es la única colección en Europa que tiene todos los modelos fabricados desde 1910 hasta 1990, mientras la compañía era independiente.
Las colecciones están repartidas en 6 pabellones de la Torre Loizaga, en Galdames, en la Comarca de las Encartaciones, pero vamos a hacer un poco de historia.
Rolls y Royce eran dos ingleses de muy diferentes clases sociales.
Henry Royce nació en Alwalton en 1863 y era ingeniero y diseñador de coches, fundó la Rolls-Royce junto a Charles Rolls, arsitócrata, que nació en Londres en 1877 y estudió en Eton. Rolls murió pilotando un avión en Bournemouth a los 32 años.
Henry Royce nació en Alwalton en 1863 y era ingeniero y diseñador de coches, fundó la Rolls-Royce junto a Charles Rolls, arsitócrata, que nació en Londres en 1877 y estudió en Eton. Rolls murió pilotando un avión en Bournemouth a los 32 años.
Miguel de la Vía, el empresario que creó la colección, nació poco después de la muerte de Henry Royce. Fue un empresario de éxito pero su gran pasión fue crear esta colección de coches antiguos.
Todos los coches están restaurados y funcionan, de ello se encarga José Ángel Durán, al igual que su padre Ángel lo hizo y su hijo David ha comenzado a tomar el relevo.
Todos son impresionantes pero algunos destacan especialmente, aunque cada visitante tiene sus preferidos.
En la primera sala nos llamó la atención el precioso Isotta Fraschini de 1925 en un color verde claro. Descapotable, muy largo y elegante. Italiano.
Frente a el está un Hispano Suiza K6 de 1936 en color marfil con cromados y negros. Alcanzaba los 140 kms por hora. Francés.
Y el tercero un bonito Renault AX Tourer en colores rojo, dorado y madera. Francés también.
En la Sala 2 hay un impresionante camión de bomberos británico, un MerryWeather.
El MG TF 1500 de 1955 en tonos marfil con el característico radiador MG, diseñado por Cecil Kimber. Un biplaza británico descapotable.
El Cadillac Deville convertible de 1970 alcanzaba los 190 kms por hora.
En la sala 3 hay un Jaguar XK 120 Roadster de 1956, también en color marfil. Clark Gable tuvo uno de estos.
También tenemos un Lamborghini Countach LP 5000 de 1982 que alcanza los 265 kms/hora frente a un Ferrari Testarrosa de1964 que alcanza los 290 kms/hora con sus 390CV.
En esta sala ya entramos en la historia de los Rolls-Royce con una colección de 7 modelos impresionantes fabricados desde 1970, incluido el Silver Spur de 1990, el último modelo fabricado por Rolls-Royce antes de que pasara la marca a ser propiedad de Volkswagen. Nos gustó especialmente el modelo Corniche de 1972 carrozado por H j Mulliner, Park Ward.
En la Sala 4, 100% Rolls-Royce, el primer coche que encontramos es el Bentley 3,5, el primero fabricado después de la compra de Bentley por Rolls-Royce, fabricado en Derbyshire en un discreto gris claro con su parrilla, faros y retrovisores cromados.
Fabricados desde 1926 hasta 1966 tenemos una colección de coupés, cabrios, silver wraith y silver cloud. Los modelos Silver Wraith Sedanca y Limousine de 1953 y 1958 fueron fabricados para la Reina de Inglaterra y se distinguen por el pequeño foco central sobre el parabrisas que emite una luz azul y blanca, indicando la llegada de la reina.
En la sala 5 hay 5 Silver Ghost y 12 Phantoms fabricados desde 1921 hasta 1970. El Phantom II Cabrio DHC Aluminio destaca por su carrocería en aluminio, claro. En cambio el Phantom I Cabrio DHC está carrozado por Wilkinson en aluminio blanco.
El coche estrella de este pabellón es el Rolls-Royce Phantom IV de 1956. Este modelo se fabricaba exclusivamente para Casas Reales o Jefes de Estado y se fabricaron sólo 18 unidades, aunque uno de ellos ya no existe. Sus propietarios fueron la familia real británica (5 unidades), el Emir de Kuwait (3, uno el expuesto), el General Franco (3 unidades), el Sha de Persia (2), el Rey Faissal de Iraq (2) y el Aga Khan y el Príncipe Talal de Arabia Saudí uno cada uno.
En la sala 6, de piedra, tenemos 6 Silver Ghost (fantasma plateado) fabricados desde 1906 hasta 1926. Es complicado seleccionar un par de ellos para entra en detalle.
El Silver Ghost Roi des Belges (Fantasma Plateado Rey de los Belgas) fabricado en 1913 es el mas antiguo de la colección. Carrozado por Barker & Co. con capó plateado y carrocería azul. Los asientos son de cuero rojo y la capota y el parabrisas son abatibles.
El Rolls-Royce Silver Ghost 1997 Open Fronted Limousine es de 1912 (1997 hace referencia al número de chásis) tiene una historia muy bonita.
Embarcó rumbo a Australia en 1912 y viajó por diferentes exposiciones de todo el mundo hasta que llegó a Torre Loizaga en 2006. Techo plano con baca y rueda de repuesto, otra rueda de repuesto en el lateral derecho, bidones de aceite y gasolina en los laterales, y un motor de 6 cilindro de 7428 cc. Una preciosidad de coche.
Todo esto a los pies de la Torre Loizaga, una casa torre fortaleza reconstruida, rodeada de olivos, con burros, vacas y caballos en los alrededores y escuchando a los pájaros.
Y con el misterio del creador, Miguel de la Vía, del que no se conocen fotos públicas, lo que encaja perfectamente con los nombres de fantasmas y espíritus de los Rolls-Royce.
Fotos: Eduardo Zulaica
Textos: Félix Zulaica
Si estás interesado en el texto y/o en las fotos solicita tarifas a eduardozulaicaphoto@gmail.com
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