Esta semana hemos estado en Santander y hemos disfrutado de dos hoteles boutique en Santander, por cierto de estilos muy diferentes.
Noviembre es un mes estupendo para viajar por muchos sitios, vives la vida de la ciudad, comes con los ciudadanos que hacen su vida y a precios muy razonables.
Seleccionar un par de hoteles boutique en Santander es complicado porque hay unos cuantos.
Pero empecemos por el principio, ¿qué es un hotel boutique?
El concepto “hotel boutique” apareció a principios de los 80’s referido a algunos hoteles de Nueva York, Londres o San Francisco. El término lo acuñó en 1984 Steve Rubell, al referirse al hotel del que era propietario, el Morgans Hotel, comparándolo con una boutique.
Suelen ser hoteles pequeños, de menos de 100 habitaciones, con una arquitectura peculiar, en muchos casos con habitaciones diferentes, y a veces de aspectos temáticos. Principalmente se caracterizan por ser opuestos a los hoteles funcionales de cadenas y los clientes que los utilizan buscan ese ser diferentes.
Santander tiene algunos hoteles realmente espectaculares construidos a principios del s XX así que acabamos reservando el Hotel Las Brisas, prácticamente en el paseo de la Playa de El Sardinero.
Buscamos otro hotel que fuera nuevo y encontramos el Hotel Art, en la zona alta de la ciudad, a la altura del puerto de Santander, que no ha cumplido 2 años.
El Hotel Art está en la calle Santa Teresa de Jesús, paralela al Paseo Pereda, 7 calles más arriba. Varias calles de sentido único hacen que la llegada te de sensación de perdida, aunque el navegador te lleva hasta la puerta.
Una vez en el hotel te encuentras con una construcción moderna en la que todo gira en torno al arte (ahí para todo tipo de gustos).
Reservé una habitación (la 303) con terraza y vistas al mar, a la bahía.
Todos los detalles cuidadísimos y unos colchones King Koil (los que utilizan en Hilton, Four Seasons, Meridien, ….) comodísimos, una experiencia. Se nota la calidad hasta en las toallas o las amenities. La TV tiene muchísimas pulgadas.
El desayuno muy cuidado y variado y el personal muy atento.
Un lugar para encerrarte con tu pareja todo el fin de semana.
El Hotel Las Brisas no se parece en nada. Un edificio de más de 100 años, a una manzana de la segunda playa de El Sardinero, y con sólo 13 habitaciones y llaves de toda la vida en las habitaciones.
Buscaba el ascensor en Recepción y descubrí que no tiene así que subí los dos pisos por una preciosa escalera.
La habitación (la 304) abuhardillada tiene su encanto, aunque nos tenemos que agachar en algunas zonas, y el baño parecido. Los dos pequeños sofás blancos de cuero nos han encantado y la cama con un colchon firme.
Lo mejor, que estás en el Sardinero, se puede aparcar bien (y gratis) enfrente del hotel (en temporada baja) y tienes autobuses al centro cada 5 minutos.
La tercera noche estuvimos en el Hotel Santos Santemar, muy cerca de Las Brisas, que no es un Hotel Boutique, sino un hotel clásico de 350 habitaciones con un servicio estupendo. El hotel se ve que tiene sus años pero está bien conservado y las vistas desde la habitación 514 (y desde el pasillo) son estupendas.
Respecto a los precios el estándar en ciudades medianas de la península para hoteles de 4* se está convirtiendo (en temporada baja) en 60 euros.
En ninguno de ellos llegamos a esa cifra, incluso en uno pagamos la mitad, 30 euros, al coger una oferta Black Friday.
Pero Santander es una plaza con unos hoteles clásicos realmente espectaculares. Aprovecha la temporada baja!
Y para comer, sin ninguna duda La Malinche, en Hernán Cortés, 41, en Puerto Chico. Aunque si tienes prisa en la Pizzería Rosso Vero, en Paseo Pereda, 8 disfrutarás por un par de euros de una ración estupenda!