Cuidemos nuestros destinos y nuestros clientes con confianza

Cuidemos nuestros destinos y nuestros clientes con confianza

Hemos pasado un par de años malos, unos peor que otros, con muchas dudas de cómo y cuándo se recuperaría el mercado. Y este verano, en general, ha sido muy bueno, aunque los vuelos a Canarias desde la península andaban por las nubes, y se habrán notado.

Esta semana he terminado un viaje de 10 días / 9 noches por Polonia (Poznan 3 noches, Cracovia 3 noches) y Nápoles (3 noches). Mi primer viaje en avión por ocio en unos años. Y me ha hecho sentirme turista / viajero de nuevo, y ponerme en los zapatos de los turistas / viajeros que visitan España cada año.

No hay duda que España es un destino con variedad de destinos y alojamientos que ofrecen una relación calidad / precio buena y que, comparando con otros destinos alternativos, da más confianza en cuanto a seguridad (con excepciones puntuales).

Pero os cuento mis sensaciones como turista en Polonia y Nápoles.

En Poznan estuve en el Puro Hotel, una cadena de hoteles polacos muy buena de nivel 4* y un trato estupendo. En Cracovia en el Hotel Matejko, más antiguo y sencillo, pero casi frente a la estación (estupendo llegando en tren desde Poznan y para salir hacia el aeropuerto). Y junto a la Barbacana, entrando en la zona histórica de la ciudad.

Los polacos son estupendos y te dan mucha confianza, excepto un taxista que nos hizo una jugada y que te dejan esa sensación desagradable de desconfianza que se acaba arreglando con Cabify o Uber, o como el caso de mi cuñado, que contrató el transfer al aeropuerto con Booking. Si es que Booking se gana la confianza de los clientes a pulso (la de los hoteleros da para un simposio, ya lo sabes bien). Es que los taxistas sinvergüenzas están cavando la tumba de todos los taxistas desde hace tiempo, a pulso. 

Lo de Nápoles no tiene nombre. Hace ya muchos años que recibí dos grupos de agentes de viajes en educacionales en Mallorca, en el Hotel de Mar. Uno del norte de Italia y otro del Sur (Campania y Sicilia) así que ya tenía alguna experiencia. Por Italia he viajado bastante de Roma hacia arriba, pero nunca al sur.

He de decir que muchos, probablemente la mayoría son gente seria y honrada. 

La Antica Pizzeria Port’Alba, una de las más antiguas de Nápoles, son serios, agradables y a precios correctos. La Pasticeria F.lli Attanasio, detrás del Hotel B&B en Plaza Garibaldi, tiene unos sfogliatelle y unos cannolli de morirte de gusto y tiene cola de italianos desde las 6:30 de la mañana. Gente muy seria, correcta y agradable. Igualmente en el Hotel B&B o en el maravilloso Museo Arqueológico.

El destino es maravilloso aunque el contraste de pasear por Cracovia por la mañana y cruzar un paso de cebra por la tarde es un shock. Los motoristas aceleran como para atropellarte mientras en Cracovia el tranvía paraba para dejarte pasar. En las calles estrechas los peatones conviven con vespas con 1-2-3 personas y coches sorteando la mercancía expuesta en las aceras. Te haces  ese ecosistema rápidamente..

Luego está el tema de las basuras, impresionante. En España hay muchas zonas sucias pero en el Quartiere Espagnolo y en el Centro Histórico en algunos casos las terrazas de algunos restaurantes están junto a las basuras y te rozan las vespas al pasar. Y nunca he visto tantos zapatos abandonados en la calle.

Sin duda es un destino que te atrapa, el teatro probablemente se inventó aquí o lo trajeron los griegos que fundaron Neapolis hace casi 3.000 años. 

Pero luego aparecen los que te quieren amargar el viaje. Por no alargar mucho contaré el caso del supermercado Food Outlet, en la Plaza Giuseppe Garibaldi, la de la estación de Nápoles, dónde llega el bus del aeropuerto. Mi experiencia, las tres el mismo día, es la siguiente (ya se que tu has tenido experiencias similares):

Fui a este supermercado con buen aspecto para evitar otros más «desordenados» de la zona, como el Istambul, junto al hotel. 

La primera vez una botella de agua de 1 litro me cobraron 60 cents. 

La segunda vez, unas horas más tarde,  cojo una botella igual y, sin pasar por el scaner, me dice que 1€, le respondo que eran 60 cents, y me responde ¿no era del frigorífico? Me cobra 60, no se como lo hacen para cobrar diferente la fría de la natural, es ironia. 

La tercera vez pasa dos cervezas diferentes, una de 1,19€ la otra no recuerdo, y me dice 4€, le digo que eso no es lo que ponía en las pantallas al escanear, las vuelve a pasar y 3,08€. ¿Tendré cara de turista? Se justifica diciendo que creía que era otra cerveza, cuando es el escáner el que lee el código de barras y el escaner no se equivoca.

Realmente es desagradable estar en tensión continua para comprar en un sitio aparentemente serio.

Para seguir siendo un destino de confianza, España o cualquiera, debemos erradicar esta gentuza que hace tanto daño a comerciantes, hoteleros, guías, taxistas, … honrados. En caso contrario no vendrán o vendrán reservando por Booking, desplazándose con Cabify y comiendo en Kentucky Fried Chicken que, probablemente, no sea lo mejor para los negocios locales. Y como hotelero ya sabes lo que te cobra de comisiones Booking.com por hacer un trabajo bien hecho que se basa en la confianza, parece como si el monopolio de las reseñas los tuvieran ellos, y es así, al menos las reseñas contrastadas. Google mismo dice “Google no verifica las reseñas, pero comprueba si hay contenido falso y lo retira cuando se identifica.” Cómo TripAdvisor.

Por cierto, escribí mi reseña en Google, y al mirar las reseñas en Google Maps vi algunas que les llamaban estafadores, les ocurrió lo mismo que a mi.

Así que debemos intentar cuidar nuestros destinos y a nuestros clientes a base de lo que les ofrecemos como experiencias, calidad, honradez y, sobre todo, confianza. Debemos erradicar esta gentuza que tanto daño nos hace a todos. Aunque ya se que no te he contado nada nuevo, creo que debemos seguir teniéndolo muy, muy presente. 

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